Disminución de la pendiente tibial posterior y su asociación con la lesión del ligamento cruzado posterior pediátrica

Una nueva investigación publicada por #AJSM muestra que una disminución de la pendiente tibial posterior se asoció con aproximadamente 3 veces el riesgo de lesión del LCP en menores de 18 años.
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Decreased Posterior Tibial Slope and Its Association With Pediatric Posterior Cruciate Ligament Injury – Rajiv S. Vasudevan, Garrett E. Rupp, Andrew M. Zogby, Tyler Wilps, Tyler Paras, Andrew T. Pennock, 2024 (sagepub.com)

Estudios recientes en adultos han demostrado que la disminución del ángulo de la pendiente tibial posterior (PTSA) puede ser un factor de riesgo de lesión del ligamento cruzado posterior (LCP). Sin embargo, no existe ningún estudio que investigue este fenómeno en una población pediátrica. Comprender los factores de riesgo de las lesiones del LCP en la población pediátrica es importante dado el reciente aumento de la competición/especialización atlética y las lesiones relacionadas con los deportes.

Hipótesis/propósito: El propósito de este estudio fue comparar el PTSA entre pacientes pediátricos que sufrieron un desgarro primario del LCP en comparación con controles de la misma edad y sexo. Se planteó la hipótesis de que los pacientes pediátricos que sufrían un desgarro del LCP tendrían un PTSA reducido en comparación con los controles, y que el PTSA reducido se asociaba con mayores probabilidades de lesión del LCP.


Conclusión: PTSA <7° se asoció con mayores probabilidades de lesión del LCP, mientras que una pendiente >10° se asoció con menores probabilidades de lesión del LCP en una población pediátrica. Estos hallazgos corroboran resultados similares en estudios en adultos; sin embargo, se necesitan más estudios para dilucidar el PTSA como un factor de riesgo de lesión del LCP.

Decreased Posterior Tibial Slope and Its Association With Pediatric Posterior Cruciate Ligament Injury – PubMed (nih.gov)

Decreased Posterior Tibial Slope and Its Association With Pediatric Posterior Cruciate Ligament Injury – Rajiv S. Vasudevan, Garrett E. Rupp, Andrew M. Zogby, Tyler Wilps, Tyler Paras, Andrew T. Pennock, 2024 (sagepub.com)

Vasudevan RS, Rupp GE, Zogby AM, Wilps T, Paras T, Pennock AT. Decreased Posterior Tibial Slope and Its Association With Pediatric Posterior Cruciate Ligament Injury. Am J Sports Med. 2024 May;52(6):1498-1504. doi: 10.1177/03635465241240792. Epub 2024 Apr 15. PMID: 38619042.

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Disminución de la pendiente tibial posterior y su asociación con la lesión del ligamento cruzado posterior pediátrica

Reconstrucciones de lesiones multiligamentarias de rodilla.

Los pacientes con lesiones multiligamentarias de rodilla requieren un examen completo (pruebas de Lachman, cajón posterior, varo, valgo y rotacional).

Las incisiones abiertas anteromedial o posterolateral se realizan preferentemente en primer lugar para identificar las estructuras desgarradas y preparar la esquina posterolateral (PLC) y los túneles de reconstrucción de la rodilla medial.

La secuencia de tensión y fijación del injerto es la siguiente: haz anterolateral del LCP para restaurar el pivote central, haz posteromedial del LCP, LCA, PLC (incluido el ligamento colateral peroneo [lateral]) y esquina posteromedial (incluido el ligamento colateral medial).

Los pacientes con reconstrucciones basadas en PCL hacen la transición a un aparato ortopédico de PCL dinámico una vez que la hinchazón desaparece y lo usan de forma rutinaria durante 6 meses.

Los diagnósticos se confirman con imágenes de resonancia magnética y radiografías de estrés (posterior, varo y valgo) cuando está indicado.

A continuación, la artroscopia permite la preparación de los túneles del ligamento cruzado anterior (LCA) y del ligamento cruzado posterior (LCP) de doble haz (DB). La atención cuidadosa a la trayectoria del túnel minimiza el riesgo de convergencia.

La integridad del injerto y el rango de movimiento completo de la rodilla deben verificarse antes del cierre.

Se realizan pruebas funcionales y radiografías de estrés para validar el regreso a los deportes.

Varias revisiones sistemáticas han informado que la cirugía de una sola etapa temprana (<3 semanas después de la lesión) y el movimiento temprano de la rodilla mejoran los resultados informados por los pacientes.

Los desgarros de menisco se reparan preferentemente (los desgarros de la raíz y la rampa se observan comúnmente en este grupo de pacientes).

La fisioterapia comienza el día 1 del postoperatorio con movimiento inmediato de la rodilla (flexión de 0 ° a 90 °; propenso a la reconstrucción DB-PCL) y activación del cuádriceps. Los pacientes no soportan peso durante 6 semanas.

Las reconstrucciones anatómicas de los estabilizadores estáticos primarios desgarrados y la reparación de las estructuras capsulares y las avulsiones tendinosas se realizan en una sola etapa.

El paso del injerto se realiza después de que se hayan fresado todos los túneles.

Los pacientes con reconstrucciones basadas en LCA usan un inmovilizador durante 6 semanas y luego hacen la transición a un aparato ortopédico para LCA con bisagras.

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33896493/

https://www.arthroscopyjournal.org/article/S0749-8063(21)00256-5/fulltext

Floyd ER, Monson JK, LaPrade RF. Multiple Ligament Knee Reconstructions. Arthroscopy. 2021 May;37(5):1378-1380. doi: 10.1016/j.arthro.2021.03.033. PMID: 33896493.

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